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Segunda escena: Ella entra en la habitación

Metáforas para fumar en la azotea

Sus labios sabían a blues y nicotina

Te soñé vestida de sal

No hay nadie y eso basta

Inherente

El vértigo de los objetos inmóviles

La alienación no llega con sirenas ni dramatismos

La distopía perfecta no necesita verdugos

Ella se filtra entre las costuras del insomnio

Amor espectral y disonante